26 de marzo de 2018
Los profesionales de mantenimiento de vehículos necesitan que el cambio de rueda se efectúe del modo más rápido y simple posible para maximizar la rentabilidad, pero también hay un importante elemento de seguridad que no se puede obviar bajo ningún concepto: la correcta aplicación del par de apriete. Un apriete excesivo o insuficiente de las tuercas de rueda puede ocasionar un fallo de la rueda de consecuencias potencialmente catastróficas. Las tuercas de rueda excesivamente apretadas corren el riesgo de dañarse, estirarse y romperse, especialmente al pasar sobre baches y badenes en la carretera. Si el apriete es insuficiente, las tuercas de rueda pueden salirse o cortarse, causando un desgaste prematuro y haciendo que la rueda se separe del cubo. El apriete irregular de las tuercas de una misma rueda también resulta problemático: puede ocasionar rotura de tuercas, desplazamientos, vibraciones e incluso el desprendimiento de la rueda.
Los mecánicos y técnicos de taller que cambian los neumáticos son, en última instancia, los responsables de garantizar que las ruedas estén correctamente apretadas. Un apriete deficiente puede dar lugar a reclamaciones, pérdida de clientes e incluso acciones judiciales. La buena noticia es que es fácil lograr un apriete correcto sin comprometer la eficiencia y la productividad.
Las ruedas están bien montadas cuando las tuercas se han apretado con el par especificado por el fabricante del vehículo y la rueda está correctamente alineada con el cubo. El par de apriete adecuado puede lograrse fácilmente mediante el uso de la herramienta adecuada: por ejemplo, una llave de impacto convencional en el ajuste más bajo (el par de apriete de la herramienta no debe exceder el par requerido) o llaves con una función de limitación de par (TL) que garantiza que no se sobrepasa el par requerido. Se debe terminar el trabajo utilizando una llave dinamométrica para garantizar el par de apriete correcto de cada tuerca.
Las llaves dinamométricas son herramientas de precisión, de modo que, a fin de garantizar un rendimiento perfecto, es preciso calibrarlas una vez al año y mantenerlas debidamente. Hay que protegerlas contra los golpes, guardándolas en sus estuches protectores, y ponerlas en su valor más bajo cuando no se vayan a utilizar.
No olvide suscribirse a nuestro boletín para recibir más información de nuestros expertos. Además, encontrará más información acerca de las llaves dinamométricas aquí: